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Mostrando entradas de marzo, 2019

Conflicto indo-pakistaní visto desde Udaipur (Rajasthan)

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La vista del lago Pichola desde la terraza de mi hostal en Udaipur Despertarse en un autobús nocturno que acaba de llegar a su destino es una experiencia estresante en la India. El guión suele ser el siguiente: el ayudante del conductor cruza el pasillo gritando el nombre de la parada y empieza a haber movimiento detrás de todas las cortinas. Los cuerpos inmóviles vuelven a la vida y aparecen caras con ojos hinchados del sueño. En la puerta del autobús ya esperan varios conductores de autorickshaw (tuktuk) . “Adónde quiere ir?”, preguntan. Esta vez el precio que me ofrecen por llevarme a mi hostal no me acaba de convencer, así que me voy caminando a mi hostal. Es la segunda vez que me quedo en el mismo hostal, cerca del lago y del City Palace, un complejo de palacios espectaculares de la época de oro de Udaipur: la de los príncipes rajput . En la recepción del hostal me reconoce el mismo chico punjabi que estaba al cargo la última vez. Ya no lleva trenzas en su pelo pero sigue v

Vida nocturna, modernidad y tradición en Mumbai

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No es Londres, es Bombay :) Empecé con mal pie mi primera visita a Mumbai en diciembre por culpa de un hostal que dejaba mucho que desear. El edificio no tenía ningún espacio común y los baños eran muy pequeños e incómodos. En cada habitación había unas catorce camas, por lo cual había bastante menos intimidad y más ruido que en otros sitios que había visitado. Después de estar enfermo durante casi dos semanas me apetecía estar en un lugar más cómodo y tranquilo, por lo cual reservé un sitio en un hostal más caro para la noche siguiente. El hostal se encuentra en una estrecha y larga calle de West Bandra, abundante en pequeño comercio de todo tipo. El precio es el doble de lo que pagué en el hostal anterior, y parece que ya es bastante prohibitivo para muchos viajeros indios. Aquí, a diferencia del otro hostal, la gran mayoría de huéspedes son extranjeros, sobre todo ingleses, estadounidenses y canadienses. El hostal es muy limpio y cómodo. Mientras escribo en el comedor con

Vergüenza y locura en Mumbai

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Gateway of India - la puerta de entrada y salida a la India de los británicos. Desde aquí salieron los últimos gobernantes y soldados coloniales en 1948. Un día subí a un tren local hacia el sur de Mumbai con un grupo de extranjeros de mi hostal. De entrada se armó un pequeño revuelo a nuestro alrededor. Mucha gente nos miraba con curiosidad mientras hablábamos en inglés con al menos cinco acentos diferentes. En ese instante entendí que quizás me siento mejor cuando viajo solo. Normalmente prefiero pasar más desapercibido, lo cual es perfectamente factible si estoy solo y no llevo ropa demasiado llamativa para los estándares indios. Los extranjeros atraemos las miradas también por algunos comentarios poco afortunados que hacemos desde la ignorancia. Por ejemplo, aquel día en el tren un chico inglés dijo que los precios en la India le parecían “ridiculously cheap”. Miré a mi alrededor y vi algunas miradas que interpreté como una especie de reproche. Me sentí mal pero decidí no

La magia de Mumbai: la ciudad de los sueños

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El barrio de Mahalakshmi visto desde el pasillo que lleva a Haji Ali Dargah Mumbai, también conocida como Bombay, es una de esas ciudades que muchos turistas y viajeros extranjeros suelen evitar. Los atascos, el aire contaminado y el ruido de esta megalópolis de más de veinte millones de personas asustan a muchos, sobre todo a los que buscan las incontables otras caras de la India, por ejemplo la de paraíso natural o de retiro espiritual. Pero Mumbai ofrece algo muy diferente, algo que tienen muy pocas ciudades en el mundo. Cuando vine por primera vez hace unos meses, no tardé mucho en tener la sensación de que todo lo realmente importante en el mundo sucede aquí. Había sentido algo parecido al visitar Buenos Aires, Londres y París. Mumbai comparte con ellas una característica: es una ciudad imán para el talento y la creatividad. Es una de esas ciudades adictivas, de las que uno no quiere salir nunca para no perderse ni un día de “acción”. Bandra: Un mural dedicado a la rec