Mi noche más negra como culé
Como cualquier hincha de un club de fútbol, he sufrido muchas decepciones y frustraciones con los resultados deportivos de mi equipo. Llevo muchas temporadas siguiendo a mi querido Barça y tengo claro que el apego a unos colores inevitablemente lleva a sufrir desilusiones en momentos difíciles. Varias veces he escuchado que siendo de un equipo grande no experimento tantas decepciones como los hinchas de equipos algo más modestos, por ejemplo, el legendario Deportivo A Coruña, recién descendido a Segunda División B. Discrepo con esa opinión, ya que las hinchadas de los grandes campeones europeos son extremadamente exigentes y, por lo tanto, cada año el orgullo y la ilusión inflan un gran globo de expectativas que explota con mucho estrépito si esas expectativas no se cumplen. En teoría mis veinte temporadas de experiencia como hincha de fútbol me permiten vivir esas decepciones con más calma y seguir con mi vida, cuando hace años no era así. En el año 2002 estuve de capa caída duran...