Intentando contar el mundo

I’ve been in India for almost three months now and I often get asked by my friends if I have improved my Hindi. My hindi-speaking friends from Mumbai and North India are especially interested in my progress and I always reply with the same basic phrase “ Mujhe thodi hindi ati hai ” (“I know a little hindi''). I’m not adventurous enough to continue the conversations in Hindi itself but I have made some progress for sure. Let me tell you a bit about some of the challenges I am facing and how I make use of the language. To begin with I must clarify that my Indian family is Bengali and therefore their first language is Bangla , spoken mostly in the Indian state of West Bengal and in Bangladesh with around 300 million native speakers. Bengali is thus a very important language so… why am I studying Hindi instead? That’s a question I’ve been asked by someone in my family, which was a joke but might have had an undertone of reproach beneath it. I promise I will take up Bengali as soon

Last week I met up with my friend Iqbal in Delhi and we had a brief but engaging conversation about the confluence of protected natural areas and human rights. It started when I said I was going to visit the Jim Corbett National Park and Iqbal replied that he always refused to visit such places as they were constituted on Adivasi (an umbrella term which defines the native tribes of India and other South Asian countries) lands with no regard to their rights. The conversation that ensued revealed an interesting difference in our approach: Iqbal’s was fundamentally a human rights one and mine an environmentalist and non-anthropocentric. I realise that my perspective could be viewed as an elitist stance ignoring the reality of the most disadvantaged members of the society but I would like to argue that these perspectives do not need to be on a collision course with one cancelling the other out. Since early childhood I have heard so many stories about India’s nature and wildlife from my fat

El 30 de diciembre del 2022 un ídolo del barcelonismo echó por tierra su estatus de leyenda del club catalán y del fútbol y decepcionó a millones de hinchas del deporte con una acción repugnante e imperdonable. Dani Alves es uno de los jugadores más laureados de la historia y tal vez el mejor lateral derecho que yo he visto en mi vida. Era muy querido en Barcelona y muy odiado por las aficiones rivales por el grado de identificación con su equipo y su entrega y coraje en cada partido. A mí, como a muchos otros ‘culers’, me parecía una persona alegre y divertida que daba la impresión de ser un buen chico. Pero, como bien dice la periodista Laia Mauri Baraza , que sea divertido, alegre o amable es completamente irrelevante. Siempre nos resulta sorprendente que un violador sea un ‘buen chico’ pero es que la gran mayoría no se adapta al estereotipo de un personaje oscuro, inadaptado y con poco “éxito” en el ligue. Muy probablemente la mayoría comete este tipo de barbaridades porque piensan

Desde muy pequeño siento fascinación por las otras especies animales que cohabitan este planeta con nosotros. En gran parte esta pasión se debe a las historias que me contaba mi padre en la infancia. Por ejemplo, recuerdo su relato de la noche que pasó en una zona por la que deambulaba un leopardo que había matado a varias personas. También recuerdo que me hizo mucha gracia una historia de su infancia en Nainital cuando saltó por encima de una enorme serpiente pitón pensando que era una rama de árbol caída. Había muchas más historias que dieron un estímulo importante a mi imaginación. Siempre he soñado con la posibilidad de admirar a los animales más emblemáticos de la India en su hábitat natural y este año me he propuesto visitar varios parques nacionales aquí. Empecé por el Parque Nacional de Periyar en las verdes montañas de Kerala que describí en mi texto anterior . Para llegar al parque, mi amiga Vrinda y yo salimos temprano desde Ernakulam en la costa y tardamos unas cuatro horas