Choque cultural en "El viaje de Nisha"
El cartel y el título en inglés |
En primer lugar, me parece que la elección de cartel y título en castellano distorsiona mucho las expectativas. Parece otra cosa: algo muy ligero y bonito. Desconozco el motivo de la elección de un título tan banal como El viaje de Nisha. ¿Se vende mejor? ¿Faltó creatividad? Como bien comentó un amigo a la salida del cine, el título inglés What Will People Say expresa mucho mejor la idea principal de la película: la obsesión por mantener la buena reputación de la familia, aunque sea a costa de sus miembros.
La historia de la Nisha me recuerda mucho unos cuentos de la colección Of Customs and Excise de la escritora indo-canadiense Rachna Mara. Su protagonista, una chica canadiense de origen indio llamada Mala, se siente atrapada entre la cultura de sus padres y la de su país. Las dos historias de este insoportable choque cultural llegan a su punto de inflexión cuando las protagonistas tratan de rebelarse contra el asfixiante control sobre su vida y sexualidad ejercido por sus respectivas familias. Nisha, al igual que Mala, acaba encerrada en casa por sus progenitores y aislada del mundo exterior por intentar vivir como otras adolescentes occidentales: salir con los amigos, tener novios, etc. La vida de ambas cambia para siempre cuando se descubre que han roto las normas en un intento de buscar su primera experiencia sexual. La tradición patriarcal se manifiesta también en la diferencia de criterios que las familias aplican en su relación con las protagonistas y con sus hermanos. Mientras Mala y Nisha son severamente castigadas y se les busca un matrimonio concertado, sus hermanos pueden elegir sus novias libremente o plantearse estudiar en el extranjero.
La traumática experiencia de Nisha en Pakistán corresponde a una vivencia personal de la directora, Iram Haq, que fue secuestrada y llevada a ese país por su familia de la misma manera cuando tenía 14 años. Sin embargo, Haq no se fija únicamente en la protagonista, sino que también resalta los dilemas morales de su padre, Mirza, quien finalmente parece darse cuenta del drama de su hija y muestra señales de arrepentimiento. La intención de Haq ha sido mostrar la complejidad de la situación de la familia, muy arraigada en las tradiciones de su país a pesar de llevar años lejos de Pakistán.
El cartel en España con el título en castellano |
El filme abre debates sobre asuntos importantes como el relativismo cultural, el patriarcado o la idealización de la familia. El primero es algo que muchas veces rompe la coherencia del discurso de la izquierda. Evitamos criticar prácticas culturales de minorías más vulnerables o culturas no occidentales para no ser acusados de imperialismo cultural, intolerancia o hasta racismo. Personalmente, no soy partidario de esa actitud y creo que existe una manera justa de expresar desacuerdo si se tiene en cuenta las relaciones de poder y las posibles consecuencias de la crítica para la minoría afectada. Cualquier análisis que no se realice desde el conocimiento de su cultura corre el riesgo de ser perjudicial para ella. Además, si criticamos, no debemos olvidar las múltiples imperfecciones de nuestra propia sociedad.
En el caso de la película, es fácil acabar con una interpretación parcial del problema. Pakistán, creado artificialmente en torno a una identidad religiosa en 1947, ha desarollado una cultura extremadamente conservadora, con normas sociales muy estrictas. Como en muchas sociedades de esas características, independientemente de su religión, existe un control social sofocante sobre la sexualidad femenina. Las mujeres son valoradas sobre todo en sus dos roles tradicionales: como esposas y como madres. Teniendo en cuenta esta explicación algo simplificada, nos podemos imaginar lo que supone para muchos inmigrantes pakistanís vivir en Europa, y aún más si tienen hijas... Asimismo, cabe recordar que la emigración, sobre todo a un país con una cultura muy distinta, es una experiencia complicada. Me gustaría recomendarles un documental precisamente sobre la emigración de Pakistán a Noruega, pero seguramente extrapolable a otras migraciones del "sur global" al "norte global".
La portada de Of Customs and Excise |
En resumen, El viaje de Nisha debería tener otro título y otro cartel en España, pero su contenido merece mucha atención. Es una brillante película de temática postcolonial, feminista y migratoria, con muy buenas actuaciones de los actores y un final simplemente magnífico. Saldrán del cine con un bagaje de emociones, quizás también con lágrimas, y sin ninguna duda con muchas reflexiones.
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